¿Te lo pones fácil?, ¿o te peleas con lo que ocurre?.

Luchar con la vida es ir a nuestra contra. A veces es complicado verlo porque estamos demasiado metidos dentro de la situación, pero cuando cogemos perspectiva podemos observar que lo que creemos que ayuda va en sentido contrario.

Cuando nuestro mundo interno y nuestro mundo externo compiten, es imposible llegar a un encuentro adecuado, justo y equilibrado.

Ponértelo fácil es ser inteligente y utilizar tus habilidades a favor de lo que eres, y para ello, o estás en la posición adecuada o lo único que harás en empeorar la situación.

En este encuentro de fin de año, tenemos la oportunidad de abrir el portal del Desapego como verdadero regalo de nuevo año.

En él nos espera un movimiento sumamente inteligente y verdadero, un movimiento que cuida y atiende cada elemento que forma parte de ese presente. Cuando nos permitimos ser tocados por la conciencia del fuego del alma nos dejamos de tonterías. Rápidamente identificamos lo importante, lo que nos está acorralando y lo que nos libera, lo que nos desgasta y lo que nos nutre, lo que nos despista y lo que nos centra. Entrar en el sendero del Desapego nos facilita la integración del don de la PRESENCIA. 

Incorporarla en nosotros permite crear un puente entre lo externo y lo interno de forma que se cree una relación liberadora y reveladora. En presencia podemos leer los acontecimientos, descifrando mensajes ocultos en situaciones que nos aprietan o nos llevan al límite. En presencia todo se coloca por sí mismo, no tienes que hacer nada para ello, tan sólo disfrutar del espectáculo.

Póntelo fácil, en presencia lo significativo te habla y en ese diálogo reconoces claramente cuál es el siguiente paso.

¿Cuánta energía empleas en tratar de que las cosas salgan como esperas?

Los vientos de la vida van a nuestro favor si confiamos en que la vida sabe lo que hace.

Hay cosas que dependen de nosotros, y otras son parte de la propia inteligencia de la vida.

La verdadera liberación está en la entrega a lo que no depende de nosotros.

Existe una confianza en la que somos protagonistas. Hay aspectos que sólo nosotros podemos atender y por mucho que la vida quiera u otros traten de hacer, jamás se hacen realidad si no somos nosotros quienes movamos esa ficha.

Pero también existe una confianza en lo que es a pesar de lo que nosotros hagamos.

Esa realidad que sigue existiendo si desaparecemos del mapa es la que puede mostrarnos una nueva facultad en nosotros. Y por ello, en este encuentro apostamos nuestra presencia a la jugada que tenga preparada el portal de la Intuición.

La conciencia del aire nos concede la oportunidad de encontrar el movimiento físico que sea capaz de unificar cada uno de nuestros campos de conciencia física, emocional y mental. ¿Para qué? Para entrar en el sendero de la Intuición y descubrir en él, el verdadero movimiento que integra en nosotros la virtud de la entrega sin condiciones. 

¿Te imaginas lo que podría nutrir tu realidad el hecho de sentir que todo cuanto entra en tu vida, segundo a segundo, es un aspecto que te llena, que potencia tus dones, que renueva una y otra vez tus ganas por continuar y te proporciona una felicidad interior imparable?.

¿Puedes visualizarte sin sentir resistencia por nada de lo que te ocurra, es más, puedes verte dando las gracias por todo cuanto sucede?

Es simple, ENTREGA es el camino y la recompensa.

¿Serías capaz de visualizarte viviendo en el día a día sin ningún tipo de expectativa por conseguir algo que no esté siendo en ese momento?.

¿Tienes prisa por algo concreto?

Si pudieras elegir, ¿qué cambiarías?

Ahora imagina que tienes la certeza de que nada de lo que ocurre depende de ti, de que por mucho que trabajes y te esfuerces por conseguir tus objetivos, el producto de tus acciones nunca llegará a la altura de tus expectativas.

¿Qué sientes ante eso?

¿Podrías sentir paz en tu interior? ¿Continuarías viviendo como haces hasta ahora?.

¿Imaginas que tu movimiento fuera el que respondiera a tus preguntas más trascendentes?

Lo existe y está en ti.

Ya es el momento de experimentarlo y de llevarlo a tu vida.

Hay quienes van al gimnasio para ejercitar su cuerpo físico, y hay quienes se sumergen en los senderos del alma para ejercitar el compromiso con su alma. El movimiento incondicional nos permite encontrar al mejor entrenador espiritual y al mejor aprendiz dentro de nosotros mismos.

¿Y si tu estado de plenitud dependiera del uso que hicieras del movimiento incondicional?

Si reconoces la llamada, te invito a que fluyas a su encuentro.

La respuesta siempre aparece cuando nos ponemos en camino.

El único requisito es tu sí a la satisfacción de encontrarte.